Buscábamos un alojamiento para relajarnos, estar tranquilos en familia y en contacto con la naturaleza después de los duros meses de confinamiento en un piso en la ciudad...hemos acertado de pleno. Las instalaciones de 10 y el entorno espectacular. La situación ideal porque estás aislado y a la vez cerca de todo. La playa y todo tipo de servicios a 20min, Granada a 45min, Las Alpujarras a 30min...en fin muy contento con la experiencia. Pilu, la dueña, nos obsequió con frutos de la zona entre ellos unos aguacates deliciosos y Águeda, la chica que nos acompañó en la entrada al Cortijo, superamable y cercana. Nos vamos con las pilas cargadas y muy agradecidos de esta tierra. Volveremos.🙏